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07.05.2014

“Pretendemos aportar un granito de arena”

A principios del pasado mes de abril la parroquia de San Fernando de Bilbao acogió el envío misionero de Jon Mirena y Diana Luengo, que esta misma mañana han partido hacia Ecuador. Esa celebración y el viaje culminan un proceso que comenzó hace varios años, con la trayectoria en los estudios de cada uno, su pertenencia al grupo de referencia, el trabajo en cooperación en Cuba y Chile, el curso Norte Sur y la correspondiente experiencia de verano.

Jon Mirena y Diana compartirán vida y tarea con el equipo pastoral en la diócesis de Yaguachi, situada en la provincia de Guayas, en la zona de la costa ecuatoriana. Casados desde finales del pasado año 2013 dicen que partir hacia misiones es, en estos momentos, su proyecto de vida como matrimonio “desde hace bastante tiempo –explican- rondaba por nuestras cabezas el compartir tres años con los últimos y aportar nuestro granito de arena en un mundo de relaciones injustas, desde el respeto máximo a las costumbres y la cultura del lugar a donde vamos”.
Envío
En la celebración del envío, la delegada diocesana de Misiones, Feli Martín, en nombre de la delegación, les deseó una experiencia gratificante en Ecuador y les agradeció los momentos compartidos “a quienes ya forman parte de la familia misionera”. Les dedicó, además, unas  cariñosas palabras: “La solidaridad con los empobrecidos os une fuertemente, -dijo- queréis hacer  realidad un sueño, vivir y ser misioneros, todo un proyecto. Queréis desde la fe acompañar procesos de empoderamiento de personas y colectivos, dejarlo todo, estar con las personas más vulnerables y experimentar lo que nos dice el Papa Francisco en su mensaje de Cuaresma ‘Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza…’”
Durante el momento del envío, el vicario Ángel María Unzueta les impuso la cruz misionera como símbolo del seguimiento a Jesús, “que en algunos momentos llevará el gozo de compartir la Buena Noticia y en otros llevará también momentos difíciles”. Así mismo, se pusieron el anillo de Tukúm como símbolo de su compromiso con los pueblos y personas empobrecidas.